Duras y útiles palabras las que debo decirte ahora; pueden
sonar tristes, quizás sobrecargadas de emoción,
pero se necesitan más de veinte años duplicados
para descubrirlas.
Comencemos despacio: Estoy seguro que muchos te apreciarán,
me sobran razones para pensar que una buena cantidad de personas te va a amar; si
me han querido a mí, que tengo un humor de las cavernas, para ti será fácil hacer
amigos.
Llegarás a conocer gente maravillosa que te ayudará a construir
tus opiniones, te acompañará en las aventuras que desees emprender, que sabrá
enseñarte cosas nuevas, tendrá palabras de aliento para ti, o simplemente
aguardará a tu lado en silencio.
Esas personas, más que amigas, serán todos hermanos.
A ellos, cuídalos, respétalos, y hazles saber cuánto valen
para ti. No te limites al momento de decirles lo importantes que son en tu vida.
Por otra parte, te irás dando cuenta que muchas personas
llegan a nosotros como maestros y compañeros temporales y por diversos e innumerables
motivos se van de nuestra vida una vez
han compartido algo de su tesoro personal; cuando han puesto su bloque ayudándonos
a construir la historia propia.
No sabemos quiénes de los que amamos, nos acompañarán en
todo el trayecto, pero algunos de ellos,
sin duda están destinados a acompañarnos únicamente en una parte, lo cual, para
nada les resta importancia.
Te irás dando cuenta también, que muchas personas que salen
de nuestra vida, lo hacen porque no supimos mostrarles lo relevantes que eran.
A veces una acción o un error hacen que se establezcan murallas más
infranqueables que la distancia misma. Pero más que los errores, lo que nos
separa de los demás es el orgullo.
Si uno de tus amigos te falla o te ofende y te pide perdón, no
dudes en otorgárselo. Si no reconoce su
falta, entonces perdona también; hazle saber cuánto lo aprecias.
Si el que ha errado eres tú, entonces reconócelo, con
humildad pide perdón y busca reparar el daño que has causado. No dejes que sea
tu ego el que hable por ti.
Pero sobre todo, e independientemente si eres el ofendido o el agresor, no olvides decirles
a los demás cuanto los amas, y no dudes en hacerles ver que tú estarás ahí si te
necesitan. Que sepan que siempre podrán encontrarte; como un marinero al faro.
Deja tu orgullo a un lado, no pierdas un tesoro solo por detenerte a contemplar
tu reflejo en el agua.
Porque puede que un día te des cuenta que has perdido a
alguien para siempre.
Deshazte del rencor y desarma en pedazos tu egoísmo; no
cambies los regalos que la vida te ha dado, por la soberbia solitaria e inútil.
Si te han hecho daño, borra los saldos de los demás. Si has
lastimado, reconoce tu falta y resarce el daño. No tengas cuentas pendientes,
disfrutarás más el camino si así lo haces, y podrás sentirte satisfecho de
haber actuado con honor.
Cuando todo se ponga difícil, aguarda, seguro no querrás
dejarlos ir.
Por: @cared2011 @lunita725