domingo, 4 de noviembre de 2018

Reto envidia

El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso...
1 Corintios 13:4


Hola Nico, 
Sabés, hace un par de días me desperté con una terrible sensación de preocupación y de incertidumbre sobre el rumbo profesional de mi vida; luego, pase de preocuparme por lo profesional a preocuparme por cosas un poco más personales en las que según yo ya debería haber avanzado un poco más.

Pasé un par de minutos de la mañana un poco desesperado, y con una intensa preocupación que ni siquiera me dejó vestirme tranquilo cuando de repente vino a mi cabeza un pensamiento claro que hasta este momento no había podido escribir para no olvidarlo. 

"No te preocupa tu rumbo, ni tus logros, ni lo que ya has vivido. Te preocupa que en este momento el rumbo de otros parezca más claro o mas brillante que el tuyo. Te preocupa que según tu juicio otros estén avanzando mas rápido que vos. 
Se te ha olvidado todo lo bueno que ya has visto, y estás más preocupado por lo que están viendo otros, que por lo que Dios quiere que vos veas.
Dios no quiere mostrarte lo mismo que al resto de las personas y sin embargo, quiere que te alegrés por las bendiciones que Él ha preparado para cada uno de los que te rodean"

Y ese pensamiento ha estado dando vueltas en mi cabeza hasta hoy, donde puedo escribir sobre él y decir con toda seguridad que mi único problema aquí es la envidia. 

Aún no puedo saber con certeza cuales son las cosas que Dios quiere mostrarme en el futuro. No puedo saber con certeza donde ni cuando se presentarán. No puedo saber que forma o color tendrán; simplemente no puedo. 

Lo que puedo hacer es confiar, como Él me pide que confíe. Puedo descansar, como Él me pide que descanse y puedo creer en Sus Promesas, tal cual Él me pide que lo haga. 

Puedo disponer mi corazón y mi vida entera para que Sus Planes de bien se materialicen en mi vida, tal cual Él los ha preparado para mí. 

Puedo amar de verdad, dejando de lado toda mi envidia y alegrándome sinceramente por la materialización de los planes de bien que Dios tiene para las personas que me rodean. 
Eso si que puedo hacerlo, eso si que debo hacerlo...

Las cosas grandes y maravillosas que Él quiere mostrarme a mí, pasarán en el momento perfecto, y pasarán con el mismo amor con que cosas maravillosas y perfectas pueden pasar en la vida de mi hermano de al lado. 

Él quiere que yo entienda que los planes de bien materializándose en la vida de mis hermanos, son también otra razón para que yo me maraville de Su Grandeza y de Su Amor. 

Él quiere que yo entienda que el verdadero amor no tiene envidia. Y que si quiero conocer lo maravilloso de amar de verdad, tengo que botar un par de piedras que hace rato vengo cargando. 

El reto es disponer el corazón para que las manos suelten las piedras. 

Desde un par de años atrás, 

Te ama. 

Papá