Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.
1 Corintios 15:57
Estaba sentado en la iglesia el día de ayer y mientras cantaba una de las alabanzas mas alegres que alguien podría cantar, mis ojos comenzaron a llenarse de lagrimas. Justo cuando la alabanza llegó al coro comencé a llorar sin entender muy bien porque aquello estaba sucediendo.
No estaba triste, no estaba preocupado pero seguía llorando. De pronto, una voz surgió dentro de mí diciendo "simplemente estás agradecido porque sabes que durante todo el año has visto Su Mano sostenerte; todos los días, a cada hora, en cada proyecto Su Presencia y respaldo han sido claros y eso te hace sentirte así cuando estas a la vuelta de un nuevo año".
Al tener presente aquella verdad, no pude más que seguir llorando mientras cantaba profundamente alegre.
Nico,
Su Respaldo en mi vida ha sido evidente todos los días, Su Gracia ha resplandecido en todos los proyectos emprendidos y Su Amor me ha alentado en cada paso que he tenido que dar.
Él va conmigo, yo camino confiado en que Él abre las puertas, me lleva hasta las metas que quiero alcanzar, me aparta de aquello que no está dentro de Su Plan y me muestra que cada cambio de rumbo que ha sido necesario, es solo para que yo pueda ver las cosas maravillosas que Él tiene preparadas. Si Él va conmigo, ni el mar más embravecido se sale de control.
Este ha sido un año de muchos cambios, algunos de los cuales yo pensé, no podría afrontar; pero como donde yo no puedo Él si, entonces ahora puedo concluir mi año de forma victoriosa.
No está de más cantar de Su Misericordia, no está de más contar de Su Bondad, no está de más decir, que Su Amor es lo más asombroso que puede pasarme.
Es que su amor nunca estuvo, está, ni estará de más.
A Él sea dada la gloria por todo lo que hace en mi vida.
No dudo que será Su Mano la que me sostenga también en 2019.
A todos los que me han leído durante este año, no me queda más que desearles un mar de bendiciones. Cada vez que he recibido algún mensaje o comentario sobre lo que escribo, he descubierto que esta experiencia que comenzó hace cinco años también tiene un proposito.
Que Dios les permita ver todas las maravillas que Él orquesta para que día a día, ustedes sean asombrados.
Por:
Carlos Eduardo Gómez
cared1992@gmail.com