lunes, 31 de diciembre de 2018

No está de más

Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.
1 Corintios 15:57

Estaba sentado en la iglesia el día de ayer y mientras cantaba una de las alabanzas mas alegres que alguien podría cantar, mis ojos comenzaron a llenarse de lagrimas. Justo cuando la alabanza llegó al coro comencé a llorar sin entender muy bien porque aquello estaba sucediendo. 

No estaba triste, no estaba preocupado pero seguía llorando. De pronto, una voz surgió dentro de mí diciendo "simplemente estás agradecido porque sabes que durante todo el año has visto Su Mano sostenerte; todos los días, a cada hora, en cada proyecto Su Presencia y respaldo han sido claros y eso te hace sentirte así cuando estas a la vuelta de un nuevo año". 
Al tener presente aquella verdad, no pude más que seguir llorando mientras cantaba profundamente alegre. 

Nico, 
Su Respaldo en mi vida ha sido evidente todos los días, Su Gracia ha resplandecido en todos los proyectos emprendidos y Su Amor me ha alentado en cada paso que he tenido que dar. 
Él va conmigo, yo camino confiado en que Él abre las puertas, me lleva hasta las metas que quiero alcanzar, me aparta de aquello que no está dentro de Su Plan y me muestra que cada cambio de rumbo que ha sido necesario, es solo para que yo pueda ver las cosas maravillosas que Él tiene preparadas. Si Él va conmigo, ni el mar más embravecido se sale de control. 

Este ha sido un año de muchos cambios, algunos de los cuales yo pensé, no podría afrontar; pero como donde yo no puedo Él si, entonces ahora puedo concluir mi año de forma victoriosa. 

No está de más cantar de Su Misericordia, no está de más contar de Su Bondad, no está de más decir, que Su Amor es lo más asombroso que puede pasarme. 
Es que su amor nunca estuvo, está, ni estará de más. 

A Él sea dada la gloria por todo lo que hace en mi vida. 
No dudo que será Su Mano la que me sostenga también en 2019. 

A todos los que me han leído durante este año, no me queda más que desearles un mar de bendiciones. Cada vez que he recibido algún mensaje o comentario sobre lo que escribo, he descubierto que esta experiencia que comenzó hace cinco años también tiene un proposito. 

Que Dios les permita ver todas las maravillas que Él orquesta para que día a día, ustedes sean asombrados. 


Por:
Carlos Eduardo Gómez 
cared1992@gmail.com




miércoles, 12 de diciembre de 2018

Corazón chiquito

"En todo tiempo ama el amigo,
Y es como un hermano en tiempo de angustia"
Proverbios 17:17

Seguramente en este momento se están preguntando para qué están aquí. O seguramente se preguntan qué noticia descabellada estaré a punto de darles esta noche de diciembre que, si nos remontamos a otros años, hasta podría parecer asunto de malos augurios. 

Esta vez no, nada de miedos, nada de ansiedades y nada de llantos. Esta vez no, porque esta vez estamos reunidos solo por ustedes. 
Hace diez años, el niño delgado e inseguro que solía ser nunca se habría imaginado que una década después, caminaría al lado de semejantes personas. Así que, sin haber imaginado ese futuro lleno de amor en el que ustedes están presentes, es que ahora les he pedido que estén aquí; para celebrar que aunque no era lo esperado, ha sido todo una bendición. 

Como puedo darle muchas vueltas al asunto antes de decirles lo que efectivamente quiero decirles, voy a comenzar ya: 
Gracias por tomarme de la mano para caminar conmigo cuando tengo miedo. Muchas veces ustedes han sido testigos de como el miedo a algunas cosas ha literalmente paralizado mi accionar y me sorprende que sus reacciones hayan estado siempre cargadas de comprensión.
Gracias por caminar conmigo donde yo veo oscuro, donde me parece tenebroso, o donde simplemente parecen haber muchas sombras acechando. Gracias porque aun cuando me han visto temblar del miedo, han decidido dar un paso más a mi lado. 

Gracias por sentarse conmigo y dejarme hablar por horas para que todos esos elementos toxicos que a veces cargo en el cerebro se diluyan en el viento. Gracias por escuchar cada tontería que se me ha ocurrido decir durante todos estos años. Estoy seguro que podrían escribir un libro completo solo con las locuras que les he dicho. 

Gracias por secar mis lagrimas todas las veces que ha hecho falta y por detener mi mar de llanto con alguna broma que siempre me saca una risa mezclada con mocos. No podría haberme levantado tantas veces si sus manos no hubieran estado para mí. 

Y por llenar mi vida de amor, de alegría, de paz; por eso también les agradezco. Porque aunque los pronósticos se han pintado muchas veces desfavorables, con ustedes a mi lado, yo puedo esperar que eventualmente el sol me brille una vez más.

También quiero pedirles perdón si alguna vez, con mi manera tan peculiar de ser o hablar los he ofendido. Bueno, no dudo que más de alguna vez he sido un completo animal, pero les pido que con toda esa bondad con la que siempre me han dado su amor, puedan también perdonar a este ser humano imperfecto que trata, tan solo trata de reconocer cuando se equivoca.

En los momentos en que he batallado duramente con mis miedos, usualmente suelo repetir una oración con la cual recuerdo toda la seguridad que puedo encontrar en Dios; dice mas o menos así:
"Señor, declaro para mi vida paz y calma, salud y bienestar, gozo y seguridad. Declaro que puedo depositar en ti todas mis ansiedades, sabiendo que eres Tú quien cuida de mí. Declaro que ningún miedo puede gobernarme ni controlarme y que en ti, mi vida puede estar siempre confiada".

Hoy, después de tantos años, quisiera desearles lo mismo a ustedes. Que toda la paz, calma, salud, bienestar, gozo y seguridad que al ser humano pueden ser entregados se hagan siempre presentes en sus vidas. Que ningún miedo pueda nunca controlarlos, y que siempre recuerden que sus ansiedades están a cargo de Dios quien está, en todo momento, cuidando de ustedes.

Que Dios les compense todo lo que han hecho por mí, porque si yo intentara, me faltarían tres vidas completas y aun les quedaría debiendo. Que Su Gracia se haga siempre presente en sus vidas, y que la concreción de sus planes de bien llegue siempre como la primera lluvia luego del verano: para refrescar.

Que Dios les haga sentir todo este amor que ustedes me hacen sentir día a día, y que toda la dicha que he experimentado gracias a su compañía, sea multiplicada y devuelta a ustedes en todo lo que hagan.

Creo que nunca se los he dicho, pero me esfuerzo por que ustedes estén orgullosos de mí. Quiero ser una mejor versión de mi mismo porque creo que ustedes se merecen lo mejor.

Finalmente, quiero agradecerles por amarme en todo tiempo; cuando hace sol y cuando está nublado, cuando hace viento y cuando solo hay una suave brisa, cuando hay luz y cuando está oscuro, cuando tengo miedo y cuando soy valiente, cuando gano la competencia y cuando vengo triste con una inesperada derrota. Gracias por ese amor tan amplio y profundo como el tiempo mismo.

Gracias por ser mis hermanos en tiempo de angustia, pero gracias más, por serlo siempre que este corazón chiquito lo ha necesitado.

Con amor,

Carlos


Por:
Carlos Eduardo Gómez 
cared1992@gmail.com




domingo, 4 de noviembre de 2018

Reto envidia

El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso...
1 Corintios 13:4


Hola Nico, 
Sabés, hace un par de días me desperté con una terrible sensación de preocupación y de incertidumbre sobre el rumbo profesional de mi vida; luego, pase de preocuparme por lo profesional a preocuparme por cosas un poco más personales en las que según yo ya debería haber avanzado un poco más.

Pasé un par de minutos de la mañana un poco desesperado, y con una intensa preocupación que ni siquiera me dejó vestirme tranquilo cuando de repente vino a mi cabeza un pensamiento claro que hasta este momento no había podido escribir para no olvidarlo. 

"No te preocupa tu rumbo, ni tus logros, ni lo que ya has vivido. Te preocupa que en este momento el rumbo de otros parezca más claro o mas brillante que el tuyo. Te preocupa que según tu juicio otros estén avanzando mas rápido que vos. 
Se te ha olvidado todo lo bueno que ya has visto, y estás más preocupado por lo que están viendo otros, que por lo que Dios quiere que vos veas.
Dios no quiere mostrarte lo mismo que al resto de las personas y sin embargo, quiere que te alegrés por las bendiciones que Él ha preparado para cada uno de los que te rodean"

Y ese pensamiento ha estado dando vueltas en mi cabeza hasta hoy, donde puedo escribir sobre él y decir con toda seguridad que mi único problema aquí es la envidia. 

Aún no puedo saber con certeza cuales son las cosas que Dios quiere mostrarme en el futuro. No puedo saber con certeza donde ni cuando se presentarán. No puedo saber que forma o color tendrán; simplemente no puedo. 

Lo que puedo hacer es confiar, como Él me pide que confíe. Puedo descansar, como Él me pide que descanse y puedo creer en Sus Promesas, tal cual Él me pide que lo haga. 

Puedo disponer mi corazón y mi vida entera para que Sus Planes de bien se materialicen en mi vida, tal cual Él los ha preparado para mí. 

Puedo amar de verdad, dejando de lado toda mi envidia y alegrándome sinceramente por la materialización de los planes de bien que Dios tiene para las personas que me rodean. 
Eso si que puedo hacerlo, eso si que debo hacerlo...

Las cosas grandes y maravillosas que Él quiere mostrarme a mí, pasarán en el momento perfecto, y pasarán con el mismo amor con que cosas maravillosas y perfectas pueden pasar en la vida de mi hermano de al lado. 

Él quiere que yo entienda que los planes de bien materializándose en la vida de mis hermanos, son también otra razón para que yo me maraville de Su Grandeza y de Su Amor. 

Él quiere que yo entienda que el verdadero amor no tiene envidia. Y que si quiero conocer lo maravilloso de amar de verdad, tengo que botar un par de piedras que hace rato vengo cargando. 

El reto es disponer el corazón para que las manos suelten las piedras. 

Desde un par de años atrás, 

Te ama. 

Papá


domingo, 16 de septiembre de 2018

Es suficiente

"...porque todos, desde el más pequeño hasta el más grande, me conocerán —afirma el Señor—. Yo les perdonaré su iniquidad, y nunca más me acordaré de sus pecados"
Jeremías 31:34


Hola Nico, 

En la iglesia siempre hablan de la importancia de perdonar a los demás, pero no recuerdo haber escuchado mucho sobre la importancia de perdonarse a uno mismo. 

Me di a la tarea de investigar... No, no hay nada sobre el perdón a uno mismo en La Biblia. 

Me tomó un par de días de reflexión tratar de recordar un episodio de mi vida en el que Dios me mostrara algo al respecto, pero tampoco logré recordar con claridad algo que pudiera escribir concretamente. 

Decidí sentarme a escribir y justo al momento de encender la computadora, vinieron a mi mente dos razonamientos claros de los cuales sin duda hay fundamento bíblico: Dios quiere que amemos al prójimo como a nosotros mismos y la suficiencia del sacrificio de Jesús en la cruz para perdonar nuestras faltas (si, una infinita cantidad de ellas). 

Dios no quiere que vivamos con culpa por los errores que cometimos en el pasado; mas bien, quiere que nos amemos a nosotros mismos y seamos capaces de perdonarnos, porque ese amor restaurador es el mismo que se necesita para perdonar las faltas de aquellos que nos ofenden. 

Sin amor es imposible que podamos perdonar aquellas cosas que nos acarrean culpa al final del día, y sin amor es también imposible que perdonemos a nuestro hermano cuando nos ofende. Estoy seguro que no es la voluntad de Dios que vivamos dándonos golpes de pecho por errores por los cuales Jesús ya pagó.

Porque Nico, su sacrificio es suficiente. Y si Él, a través del sacrificio de Jesús en la cruz quiso perdonarnos, estoy seguro que Él quiere que también nosotros nos perdonemos a nosotros mismos. 

Y si Él ha dicho que no se acordará más de nuestras faltas; ¿Qué puede llevarnos a pensar que sí quiere que nosotros las recordemos como algo que nos cause dolor? 

Creo que Dios desea que podamos ver nuestro pasado como algo de lo que podemos agradecer y de lo que podemos sentirnos felices por todas las cosas que al presente Él ha hecho por nosotros. 

No imagino a Dios deseando que el pueblo de Israel recordara su pasado como esclavo de Egipto (y que eso los hiciera entristecerse) sino como aquel episodio del cual habían heredado libertad y del cual podían regocijarse por todas la generaciones. 

Lo digo una vez mas: su sacrificio es suficiente para que haya perdón y reconciliación de Él hacia nosotros, pero también de nosotros con nosotros mismos. 

Y de nuestra parte está buscar que sea siempre ese mismo amor y perdón el que dirija nuestro accionar en todo lo que hacemos. Que sea ese mismo amor el que nos permita reconciliarnos con nuestro prójimo, y que sea ese mismo amor el que cubra cualquier tipo de faltas que nos separan de nuestros hermanos. 

Que sea el amor de Dios el que dirija siempre nuestro caminar... 

Desde unos años atrás, 

Te ama. 

Papá




Por:
Carlos Eduardo Gómez 



lunes, 27 de agosto de 2018

Dispuesto para la paz (26 es aún mejor)

En efecto, 
«el que quiera amar la vida
    y gozar de días felices,
que refrene su lengua de hablar el mal
    y sus labios de proferir engaños;
que se aparte del mal y haga el bien;
    que busque la paz y la siga.»
1 Pedro 3:10-12


Pareciera que cuando vas a cumplir años siempre te preocupa más lo que tenés para decirle a los demás, que aquello que en efecto tenés para vos mismo. 

Sé que te preocupa no tener nada bueno que compartir y que la gente piense que esa vida tan bendecida de la que siempre hablas, no suene tan impresionante como quizás a otros les interesaría escuchar.

Tranquilo Carlos, tranquilo. Estoy seguro que Dios no está esperando precisamente eso. 

Creo más bien, que Él espera que podas contar que Su Presencia ha sido constante, tanto en los valles de sombra y muerte, como en los pastos delicados donde Él te ha permitido descansar. Me atrevo a decir con mucha seguridad, que más que esperar tu testimonio sobre las cosas buenas que te acontecen, Él desea escuchar como, con alegría y a viva voz, podes cantar que Su Fidelidad es incomparable. 

Cosas grandes, buenas, y maravillosas han pasado en tu vida; nada hay que dudar de eso. Pero ahora, a punto de cumplir 26 años, creo que Su Mensaje para tu vida es claro: "No te canses de contar que Él siempre está ahí"

Jesús está ahí cuando tu vida parece una película de acción con invasión zombie incorporada, pero también esta ahí cuando tu vida parece simplemente la quietud del atardecer. 

Él esta ahí cuando parece que vas en una montaña rusa, pero también está ahí cuando vas tranquilo en una bicicleta. Él está siempre ahí. 

No importa si estas en lo más alto del podio o simplemente estás sentado tomando un café; Él está ahí. Y eso, simplemente eso, es lo más grande, lo más inimaginado e inmerecido que a la vida del ser humano podría acontecer. 

Nunca, nunca, nunca, te canses de contarle a otros que Jesús esta ahí, caminando a tu lado. No te canses de decir que Su Amor supera todo y que Su Misericordia, es lo único que hace falta para que en tu vida haya siempre paz. 

Nunca te canses de decir que Su Amor, reflejado en el sacrificio en la cruz, es el mejor regalo que en toda la eternidad alguien pudo hacerte. No te canses de contar que es Su Amor, lo más asombroso que puede pasarte. 

Él sigue estando ahí, y no dudo que también se alegra por tu cumpleaños 26. 

Felicidades Carlos. 


Por:
Carlos Eduardo Gómez 
cared1992@gmail.com

domingo, 26 de agosto de 2018

Para que lo increíble suceda

Aunque el Señor es grande, se ocupa de los humildes, pero se mantiene distante de los orgullosos.
Salmos 138:6

Hace un par de semanas te escribí sobre la importante que es disponer nuestros nuestro corazón para que ante nuestros ojos se manifiesten las cosas increíbles que Dios quiere hacer en nuestras vidas. 

En aquel momento mencioné la importancia de tener "ojos para lo increíble".

Creo Nico, que para poder ver las maravillas de Dios, también hace falta algo más; y es recordar que esas cosas asombrosas no son proezas hechas por nosotros mismos, y no son resultado de nuestras aptitudes o capacidades y mucho menos de nuestra "autoestima" anticipada. 

Mi punto de este día es claro y bastante corto también: para que lo increíble suceda, nuestros pies deben estar sobre la tierra, para que sea Él, quien en el momento oportuno, nos levante y nos ponga sobre la roca en alto. Sobre esa roca desde donde podemos ver y ser participes de todo lo imposible que Él quiere hacer realidad en nuestras vidas.

Cuando pensamos que esas cosas increíbles deben acontecer por nuestro simple y común mérito, básicamente le estamos diciendo a Dios: "detente ahí, deja que lo haga yo; soy lo suficientemente bueno para encargarme". 

Le decimos que nos vea de lejos, que se siente en una silla y presencie el espectáculo. 

El asunto es que cuando Él no va al frente, lo increíblemente bueno y perfecto no puede acontecer. Como te lo dije antes, todo lo bueno y perfecto procede siempre de Él. 

Nuestros ojos deben estar listos para ver sus maravillas acontecer; pero no hay manera más exacta de prepararnos, que reconociendo que nada es por nuestra capacidad, sino que todo sucede por su infinita misericordia que sin ser merecida, nos es otorgada. 

En la medida que nuestra humildad crece, nuestra vista se aclara para ver todas las cosas asombrosas, que en ese momento, Dios nos quiere mostrar. Claro, ser humilde y reconocer que nuestro mérito o nuestras capacidades no están en el primer plano, no es cosa sencilla, pero es ahí donde nuevamente debemos dejar que sea Él quien perfeccione la buena obra que ya ha comenzado en nosotros. 

Espero que cuando llegue el día de nuestro encuentro, podamos conversar mas al respecto. 

Con amor, 

Carlos 
Por:
Carlos Eduardo Gómez 
cared1992@gmail.com











domingo, 12 de agosto de 2018

Ojos para lo increíble

"Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos"
Éxodo 14:14

Nico, 

Lamento no haberte escrito en algún tiempo; cambiarse de trabajo y adaptarse a una nueva rutina no es algo que me resulte del todo sencillo. Estoy bien, el ritmo se toma cuando se está en marcha, así que no tengo nada de que preocuparme por el momento. 

Desde hace rato ya, había pensado que necesitaba escribirte algo y aunque le he dado un millón de vueltas en mi cabeza, he terminado como siempre: improvisando. 

Hace un par de meses, alguien me dijo que en la vida se necesita ser realista para no decepcionarse. Que necesitamos mantenernos con los ojos bien fijos en las posibilidades para que cuando las posibilidades se hagan efectivas, no sea mas doloroso de lo que debería ser. 

¿Cómo le decimos que no a eso? Entiendo, y lo entiendo bien, que aquellas cosas que no salen como esperamos pueden decepcionarnos y mas aún, doler. 

Pero yo digo que hay que hay que decirle que no al realismo; hay que ponerse los pantalones para, por una vez, dos veces, y todas las veces que haga falta decir "no quiero ser realista". Podría mencionar un millón de razones para explicar mi afirmación pero quiero hacerlo corto: en el momento que nuestros ojos se cierran a lo real y se abren en la fe, es cuando Dios nos permite ver lo increíble. 

Trato en este momento de imaginarme a Moisés frente al mar, tratando de ser "realista" como muchos de sus compatriotas. Trato de pensar en Josué viendo lo "reales" y altos que se veían los muros de Jericó como para ser derribados. Intento por ultimo, pensar en David notando que Goliat era demasiado fuerte para ser derrotado con unas cuantas piedras. 

Pero no, ninguno quiso ser realista en esos momentos, ni uno de ellos. Moisés levantó su mano sobre el mar, y me atrevo a decir que en ese momento, también se puso sus ojos para lo increíble. Todos esos hombres sabían que solo tenían que poner su mirada de fe, porque lo increíble lo haría alguien más. 

Creo Nico, que muchas cosas que han acontecido en mi vida, o en la vida de mis hermanos, o en la vida de tu abuela no serian posibles su hubiéramos decidido ser realistas. No no y no, todas las cosas maravillosas, asombrosas y llenas de amor que hemos visto, las hemos visto porque sabemos que lo increíble no nos corresponde a nosotros. Lo increíble le corresponde al Padre de las luces, al que nunca nunca nunca ha visto agotado Su Amor y Poder. 

Todo lo bueno y perfecto nos ha sido siempre otorgado a través de Él. 

Creo que es absurdo, es totalmente descabellado y nada sensato querer ser realista cuando creemos en un Dios capaz de hacer todo. Quiero que cuando Él me ponga frente al mar, yo tenga valor de levantar mi mano y luego caminar. Quiero que cuando Él me ponga frente a los muros, yo tenga valor para marchar y gritar como nunca antes que lo que está del otro lado me ha sido entregado. Quiero que al estar frente al gigante, mi corazón entienda que no necesito realismo sino  El Poder y la Autoridad de Dios junto a mí, porque Él hará que yo vea lo increíble. 

Quiero que ante cualquier situación, Él me permita tener un corazón confiado y mis ojos listos para ver siempre lo increíble... Lo imposible. 

Quiero recordar que Él pelea por mí, y que entonces, yo puedo estar tranquilo. 

Espero que podamos hablar de esto cuando llegue el día de nuestro encuentro. 

Con amor, 

Carlos 

Por:
Carlos Eduardo Gómez 
cared1992@gmail.com


domingo, 6 de mayo de 2018

Materia bruta

Nico, 


Tenia un par de meses de no escribirte, pero espero que sepas que no he dejado de pensarte. 
A veces me asusta un poco que el día de nuestro encuentro tarde en llegar un poco mas de lo esperado, pero a mi manera estás siempre presente, incluso cuando una nueva canción comienza a gustarme pienso: "Ojalá y a Nico le guste la misma música que me gustó este día". 


Luego me de risa la baja probabilidad de que eso suceda debido a mis gustos musicales un poco exóticos, pero en fin, es algo que en algún momento tendremos tiempo de averiguar.

Quería contarte que tus primos van creciendo a un ritmo un poco mas acelerado del que puedo asimilar, y de vez en cuando tengo esos ataques de la edad que le dan a uno cuando se aproxima a los treinta. Dicen que es el punto sin retorno, y no estoy seguro si estoy listo para llegar a ese tipo de puntos en mi vida, sin embargo, la familia está toda muy bien. 

He notado que (contrario a lo que yo mismo pensaba) conforme pasan los años, pareciera que estoy volviéndome mas testarudo, orgulloso y egocéntrico. Es decir, no es que estos errores no estuvieran ahí antes, sino que yo pensaba que con lo años uno va ganando virtudes en lugar de ir adquiriendo defectos, pero como te digo, parece que la gente con la edad, solo se hace sabia en las películas. 

Yo por mi parte, voy a cuestas con mis defectos, con mis aspiraciones y mis miedos. No Nico, no digo que Dios no me haya dado virtudes; Él ha sido bueno conmigo y también me ha dado una incansable aplicación por el trabajo, a veces me sorprendo del amor que le pongo a las cosas, incluso cuando soy consciente de que casi nadie las notará. Dios me ha hecho también persistente y por muchas otras cosas me ha dado buen animo ante lo adverso. 

Y es que, contrario a lo que nos venden las películas y los medios, no nos hacemos más sabios con el tiempo: ni mas sabios ni mas sensatos; la verdadera sabiduría y el verdadero conocimiento solo vienen a través de Su Misericordia. 
De esa misericordia que transforma la materia bruta en verdaderas obras de arte. 

No dudo que a veces, solo a veces tengo mas de bruto que de materia, pero estoy seguro que su siempre constante amor es lo que permite que el tiempo también nos traiga la sabiduría que Él desea que adquiramos. 

Sin Él podríamos vivir mil años y seguir estando en ese estado de materia que parece no tener ningún propósito. Es solo cuando estamos en sus manos que podemos ser esculpidos para convertirnos en todo eso bueno y perfecto que desea que seamos en Él. 

Yo por mi parte, soy una materia bruta muy peculiar, cargo con todo ese adicional de orgullo, de miedos y de rebeldía que a veces pienso que seria muy difícil quitar, pero a la vez estoy seguro que su imparable Amor, aun no desisten en mí. 

Estoy seguro que quien comenzó tan buena obra en mi vida, también es capaz de perfeccionarla, no por el paso del tiempo ni por mis méritos, sino por su inmensa misericordia que por supuesto, mi mente limitada no siempre puede entender. 

Espero que el día de nuestro encuentro sea mucho mejor de lo que yo mismo he imaginado hasta hoy. 

Desde algunos años atrás.

Te ama. 

Carlos