sábado, 31 de diciembre de 2016

Pensamientos de bien

Hola Nico,

Otro año esta por terminar, y no quería desaprovechar esta oportunidad para hacerte saber como han estado las cosas por aquí en estos últimos 366 días. ¿Qué te puedo decir al respecto? Puedo decir con seguridad, con total y absoluta convicción, y con toda la calma que muchas veces me falta, que el 2016 fue un año lleno de bendiciones. 

Recuerdo que al finalizar el año anterior, y luego de varias dificultades, uno de los últimos días de diciembre del 2015, tu abuela se sentó a mi lado y me dijo: "declaremos juntos que este año por venir es una año de victoria".
Como siempre, la fe de tu abuela no dejó de sorprenderme; ninguno de los dos tenía trabajo, mucho menos parecía que lo fuéramos a tener pronto, pero como su capacidad de creer siempre ha sido uno de mis parámetros, decidí tomarle la palabra. 

Un par de días después, fui al ropero y boté mucha de la ropa vieja que guardaba con el temor de no saber hasta cuando podría comprarme algo nuevo. Recuerdo que al tirar la ropa dije: "este es un año de bendiciones, de bendiciones nuevas e ilimitadas, un año de victoria y de paz, un año de salud y bienestar, un año de prosperidad" 

Cuanta alegría me da haber declarado con fe lo mismo que había escuchado decir a tu abuela, cuanta alegría me da decir que, al terminar este año, puedo decir con total convicción que el 2016 fue un año de bendiciones nuevas, de victoria y de paz, de salud y bienestar, de prosperidad. 

Quizás deba decir también que toda la ropa vieja fue sustituida por ropa nueva. Habrá que agradecerle a la tía Menchita por haber sido ese instrumento a través del cual las bendiciones de Dios no se hicieron esperar. 

Muchos son los motivos por los cuales puedo declarar el 2016 como un año de bendiciones, pero me basta con hacerte saber, que si nuestra confianza permanece en Dios, no hay 365 días por venir, que puedan atemorizarnos.
Porque si nuestra confianza permanece en Dios, entonces podemos confiar que hay metas por lograr, sueños por alcanzar, victorias por obtener. Hay cambios de amor por ser realizados, hay cosas malas a ser sustituidas por su compasión y su bondad. Si nuestra confianza está en Él, podemos descansar en esos planes de bienestar que sabemos, Él tiene para nosotros.

La abuela siempre dice que Dios tiene pensamientos de bien para nuestras vidas. y antes de cerrar el año, es eso lo que quiero declarar: bien.

Que el 2017 sea un año de confianza en Dios, un año de dependencia de su misericordia, un año de amor por Él y de profunda determinación por conocerlo. Que el 2017 sea un año de paz, de salud y bienestar y de innumerables bendiciones recibidas de su mano.

Agradezco junto a vos Nico, a todos nuestros lectores, que de una  otra forma me hacen saber, que lo que escribo para vos, no pasa desapercibido.

"Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes--afirma el SEÑOR--, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.
Jeremías 29:11"

Por:
Carlos Eduardo Gómez 
cared1992@gmail.com