“Nuestro destino de viaje nunca es un lugar, sino una nueva forma de ver las cosas”.
Henry Miller
Recuerdo que cuando puse un pie por primera vez en la que hoy es mi alma máter, no tenía ni la más mínima idea sobre mi vocación profesional, pero había una casualidad muy bien planeada que permitió que luego de un sencillo juego de azar, yo terminara estudiando turismo.
Lima, Perú 2013 |
Recuerdo que en mi familia, donde las profesiones humanísticas imperan, la idea de que yo decidiera incursionar en una carrera bastante novedosa y aparentemente inestable no fue recibida con total agrado, sin embargo, la también imperante madurez de todos, me permitió comenzar con pie derecho ese viaje académico que hoy, casi cinco años después, esta por concluir.
Si alguien me preguntara si tuve miedo al momento de comenzar, respondería sin duda que sí, y añadiría con franqueza que aun ahora me siento apabullado ante la idea de dar algún aporte a una actividad que no solo mueve las economías nacionales y locales al rededor del mundo, sino que también se constituye en una forma de crecimiento, aprendizaje personal y de entendimiento entre los pueblos que entran en contacto.
Antigua Guatemala, Guatemala 2013 |
Fuera de tratar de demostrar en una pequeña entrada de blog el poder económico del turismo, que está de más comprobado, me gustaría abordar bajo mi propia vivencia lo que yo considero el poder transformador del turismo para el individuo.
Ni siquiera puedo describir enteramente todo lo que la experiencia de viaje significa. La posibilidad de sumergirse en un entorno nuevo, de saberse frente a una experiencia de aprendizaje eminentemente practica y sobre todo, la magia de descubrir esas raíces comunes a toda la humanidad que permiten entablar relaciones con personas con hábitos, tradiciones y religiones totalmente diferentes a las del visitante.
La comprensión que puede generar un viaje puede permitir erradicar el odio o la xenofobia imperante en un colectivo, ayudar a erradicar odios del pasado y a unir a pueblos que se han encontrado separados únicamente por ideas difundidas sin cuestionamiento alguno.
El turismo, es una posibilidad abierta para el encuentro propio a través del encuentro con el otro y su patrimonio, y por tanto, así como se valora el auto encuentro, se valora al otro y su entorno como algo que debe ser atesorado y resguardado con respeto.
San Sebastian, El Salvador 2013 |
Por su parte, el receptor tiene la oportunidad de conocer nuevas visiones y estilos de vida, y profundizar así en la valoración de su propia cotidianidad e historia como algo que lo identifica y le otorga sentido dentro de la pequeña y a la vez gran aldea global.
Me siento orgulloso de ser parte de la industria sin chimeneas, pero sobre todo me siento orgulloso de ser parte de una actividad que con profunda nobleza, se constituye en un camino de paz y entendimiento entre los pueblos.
En el día internacional del turismo, felicito a todos aquellos que con profundo amor se dedican a la actividad, ya sea como planificadores, gestores, receptores, empresarios o simples amantes de la apasionante aventura que representa emprender un viaje.
Con cariño
Por:
Carlos Eduardo Gómez
cared1992@gmail.com