Voy a ser breve esta vez, 2015 se acabó.
Para mí ha sido, sin duda, el año más complejo y duro de mi vida; con episodios que han excedido mi entendimiento, con derrotas que han llevado al limite mi paciencia, y con reveses que han destruido casi por completo mi definición del Carlos "orgulloso de si mismo" que habías venido leyendo.
El 2015 ha sido el año del más duro e intenso aprendizaje, de más llanto, y de más puertas cerradas. Han sido mis 365 días más asombrosamente turbulentos.
Hoy se acaban, hoy se acaba un año duro, por el cual agradezco exageradamente, porque las enseñanzas que quedan, son más profundas y valiosas que las de los años anteriores.
Las derrotas, han ido forjando un mejor guerrero.
Estoy feliz porque justo a final de año, nuestro blog superó las tres mil visitas, ahora mismo tenemos 3020.
No espero más que cosas buenas de 2016, pero dispongo mi corazón para recibir con agradecimiento lo que Dios quiera darme.
Declaro que el año que viene traerá paz, descanso, nuevos ánimos, fuerza y valentía para afrontar los retos que se presenten, humildad para asumir las derrotas, y el doble de humildad para tomar las victorias. Declaro que habrá salud y bienestar, que habrá cosas buenas fluyendo por montones.
Pero declaro, más que nada, que a cada paso, será Dios quien abra el camino, para estar confiados y seguros de su compañía.
Agradezco, en nombre mío y tuyo, a quienes me han regalado esas tres mil visitas, a quienes han enviado correos, a quienes me han dejado saber que lo que escribo ha ido adquiriendo un significado positivo en sus vidas. Que el año que viene, hayan nuevas, mejores, y más apasionantes aventuras para contar.
Como dije antes,
espero ansioso el día de nuestro encuentro.
Desde un par de años atrás,
te ama
Carlos.
Parque Nacional El Imposible, El Salvador, 2015 |
Por:
Carlos Eduardo Gómez
cared1992@gmail.com