¿Tenes veinticuatro ya? Si parece que fue ayer que te estaba escribiendo por tus veintitrés. El tiempo pasa volando y vos vas siempre queriendo seguirle el paso con esa tu manera nada organizada de hacer las cosas.
Nunca dejas de sorprenderme, nunca, ni un solo día.
¿Que puedo decir del año que acabas de completar? Diré que sigue sorprendiéndome tu forma intrépida de adaptarte a las circunstancias (o de tratar de huir de ellas), me sigue sorprendiendo que los miedos mas extraños logren desconfigurarte los días y que tu mala memoria te haga olvidar lo que hay que agradecer o aquello que deberías evitar.
Siempre me sorprende tu forma rápida y poco racional de solucionar las cosas y que a pesar de pertenecerte, aun no pueda predecir bien como vas a reaccionar.
Me sorprendes.
Pero también me sorprende que a pesar de tus últimos años, te levantes todas las mañanas y aún podás saludar al conductor del autobús, desearle buenos días a cuanta persona te cruzas en el camino, y darle una sonrisa incluso a quien no conoces. Me sorprende que tanto miedo y tanto llanto aún no te hayan robado el buen animo.
A veces quisiera estar fuera para verte sonreír, porque sé que aqui dentro hay conflictos y preguntas, que en ocasiones te hacen desear no levantarte en la mañana.
Me sorprende que a pesar de todas las dificultades de 2016 te hayas puesto firme y comenzaras a marchar: tener la corriente en contra no te ha impedido ir hacia adelante.
Quiero agradecerte por no dejar que el cansancio o la tristeza te cerraran la puerta. Gracias, porque aun en medio de toda la ansiedad, te amarras los nervios y seguís trabajando.
Gracias, por no rendirte con vos mismo.
Deseo que este nuevo año te traiga dicha, salud, una refrescante paz y la superación de todos esos miedos que sé, deseas superar.
No olvides elevar tu agradecimiento a Dios, que cada día te muestra su amor, en cada lugar y con cada acontecimiento en tu vida. Nada, nada, nada, nada de lo que tenes sería posible de no ser por Él.
Que tu vida dependa siempre de su amor.
Y que venga más aprendizaje, para que las canas que te van saliendo, sean realmente señal de sabiduría.
Felices 24
Por:
Carlos Eduardo Gómez
cared1992@gmail.com