miércoles, 31 de agosto de 2016

Carta para Carlos (24 es mejor)

¿Tenes veinticuatro ya? Si parece que fue ayer que te estaba escribiendo por tus veintitrés. El tiempo pasa volando y vos vas siempre queriendo seguirle el paso con esa tu manera nada organizada de hacer las cosas. 
Nunca dejas de sorprenderme, nunca, ni un solo día. 

¿Que puedo decir del año que acabas de completar? Diré que sigue sorprendiéndome tu forma intrépida de adaptarte a las circunstancias (o de tratar de huir de ellas), me sigue sorprendiendo que los miedos mas extraños logren desconfigurarte los días y que tu mala memoria te haga olvidar lo que hay que agradecer o aquello que deberías evitar. 

Siempre me sorprende tu forma rápida y poco racional de solucionar las cosas y que a pesar de pertenecerte, aun no pueda predecir bien como vas a reaccionar. 

Me sorprendes. 

Pero también me sorprende que a pesar de tus últimos años, te levantes todas las mañanas y aún podás saludar al conductor del autobús, desearle buenos días a cuanta persona te cruzas en el camino, y darle una sonrisa incluso a quien no conoces. Me sorprende que tanto miedo y tanto llanto aún no te hayan robado el buen animo. 

A veces quisiera estar fuera para verte sonreír, porque sé que aqui dentro hay conflictos y preguntas, que en ocasiones te hacen desear no levantarte en la mañana. 

Me sorprende que a pesar de todas las dificultades de 2016 te hayas puesto firme y comenzaras a marchar: tener la corriente en contra no te ha impedido ir hacia adelante.
Quiero agradecerte por no dejar que el cansancio o la tristeza te cerraran la puerta. Gracias, porque aun en medio de toda la ansiedad, te amarras los nervios y seguís trabajando. 

Gracias, por no rendirte con vos mismo. 

Deseo que este nuevo año te traiga dicha, salud, una refrescante paz y la superación de todos esos miedos que sé, deseas superar. 

No olvides elevar tu agradecimiento a Dios, que cada día te muestra su amor, en cada lugar y con cada acontecimiento en tu vida. Nada, nada, nada, nada de lo que tenes sería posible de no ser por Él. 

Que tu vida dependa siempre de su amor. 

Y que venga más aprendizaje, para que las canas que te van saliendo, sean realmente señal de sabiduría. 

Felices 24 

sábado, 27 de agosto de 2016

Con lo que quiero quedarme

Nico, 

Perdón por no haber escrito desde hace largo rato. Es que los diversos asuntos de los que siempre quiero ocuparme me han absorbido últimamente. 

Sin dar muchas vueltas quiero contarte: cuantas satisfacciones me ha dejado el 2016 hasta este momento. 

A tan solo un rato de terminar un año mas de vida, debo hablarte de toda la dicha y plenitud que se hace presente en este agosto tan caluroso. 

No se si puedo, o si sea conveniente, contar todas las razones que me hacen sentirme tan afortunado en este momento, pero si quisiera elevar mi agradecimiento a Dios por su compañía en cada uno de los episodios atravesados durante los últimos años. 

Quiero que sepas que Él nunca nunca nunca se olvida de tus peticiones, y nunca nunca nunca deja que los valles tenebrosos o de sombra y muerte, sean mas amplios que los campos delicados donde Él desea hacernos descansar. 

Quiero que sepas que Él nunca nunca nunca se olvida de ninguno de tus sueños y anhelos, y que es Él quien oportunamente hace llegar los tiempos de refrigerio para nuestras vidas. Nada de lo que has deseado escapa de su consideración, porque si lo que pediste no llegó, podes estar seguro que algo mas asombroso y mejor viene en camino. 

Quiero que sepas que esta vida es plena, no sencilla, plena. Y que es plena, porque puedo disfrutar del amor de Cristo en cada una de las cosas que hago, y que sin duda provienen de Él.

Estoy ansioso por el nuevo año, pero puedo confiadamente recibirlo, y agradecer por todas las bendiciones que hasta el momento, ya han llegado a mi vida. 

Desde acá, 

Te ama, 

Papá.