Hola Nico,
¿Te has dado cuenta que como si nada, el 2016 está por acabar?
¡Si!, el año está por acabar, y como cada vez, me llena de ansiedad el hecho de no saber exactamente que deparará el episodio por venir.
Este año ha sido bueno, lleno de bendiciones, de aprendizaje, y de una búsqueda constante por hacer todas las cosas con amor y de la mejor forma posible. A estas alturas del año puedo decir que he puesto amor y completa dedicación a todo aquello que he emprendido o que ha estado bajo mi responsabilidad.
Que bueno que los días no han pasado sin dejar satisfacción, alegría y un poco más de calma. Que bueno que la misericordia de Dios se ha prolongado todos los días, y cada día hasta este momento.
No quiero presumir de nada, no tengo nada de que presumir, pero me sobran motivos para estar agradecido. Me sobran motivos para pensar que sigo estando en la lista de misericordia, donde hay bendiciones dirigiéndose constantemente hacia mi vida.
Y en esta breve carta, solo quiero recordarte eso: hay misericordia nueva y también prolongada a la que podemos acceder en Dios.
Su amor no funciona como el nuestro, su bondad tampoco; y es por eso que nunca deja de sorprendernos cuando hace que cosas buenas nos acontezcan. Siempre siempre podemos acudir a Él al estar tristes o desesperados, siempre siempre podemos acudir a Él al estar enojados o frustrados; y por supuesto, siempre podemos acudir a Él para poder descansar.
No tengo palabras concretas para definir su amor ni su bondad, pero puedo afirmarte que siempre podes acercarte confiado a Él, seguro que toda ansiedad o todo temor puede ser depositado a sus pies, con la tranquilidad de saber que Él se hará cargo por vos.
"Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia" Jeremías 31:3
Por:
Carlos Eduardo Gómez
cared1992@gmail.com
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